domingo, 7 de diciembre de 2008

Más moral que el Alcoyano (ARTÍCULO DE OPINIÓN)

Dicen los agricultores que Barreda es el presidente del secano, porque mientras que los de otras comunidades autónomas luchan por conseguir agua para su región, él se esfuerza para que muchos regantes se pasen al secano.
Da la sensación de que a Barreda lo que le gusta es la agricultura que se practicaba cuando los trenes iban llenos de castellanomanchegos a vendimiar a Francia, o que trata de colaborar con Zapatero para que se mantenga en el gobierno a pesar del desastre que para Castilla-La Mancha, y para toda España, ha significado que haya tirado por tierra las soluciones, razonables y consensuadas, que en materia de agua se habían logrado.
En uno u otro caso, difícil explicación tiene, con la que está cayendo, que pretenda que se dejen de regar más de la mitad de las 250.000 hectáreas que se vienen regando precisamente en la zona del Alto Guadiana, donde se practica una de las agriculturas más ricas y más productivas de Castilla-La Mancha.
Demoler dicha agricultura nos hará aún más vulnerables, ampliará nuestra dependencia exterior y aumentará los efectos de la crisis que estamos viviendo.
Debe pensar que somos estúpidos y, con una publicidad metódicamente programada, nos niega la evidencia una vez tras otra. ¿Quién en su sano juicio puede creerse un camelo del calibre de que dejar de regar la mitad de la superficie que se viene regando en el Alto Guadiana no significará nada para la vida de la zona?, ¿quién en su sano juicio puede creer que dejando de regar en el Alto Guadiana nuestros paisajes van a transformarse para convertirse, poco más o menos, en el Edén?, ¿quién en su sano juicio puede creer que dejando de regar en el Alto Guadiana los castellanomanchegos vamos a vivir más y mejor?
Quiere engatusarnos diciéndonos que va a compensar a la zona con ingentes cantidades de dinero. Dinero que no tiene, la prueba de que no lo posee es que no ha tenido ni para poner en marcha las obtusas ideas del Plan Especial del Alto Guadiana. Aunque mejor ha sido así, porque, si lo hubiera tenido, ese dinero habría significado pan para hoy y hambre para mañana.
Pero, además, tras la última oferta de compra de derechos de agua a los agricultores, sólo 250 regantes los han querido vender, frente a 6.700 que solicitan agua para regar. Mucha pleitesía le tiene que deber Barreda a Zapatero para que, tras el fracaso que ha cosechado, con más moral que el Alcoyano (que iban 14 a 0 y pedía prórroga), después de haber dado varias moratorias a la oferta de compra, esté apuntando por otra.
Debería darse cuenta de que los agricultores no quieren el PEAG, que lo que quieren es agua para regar y que, con su insistencia, lo que está provocando es que los agricultores, ante la situación de incertidumbre que están viviendo, tengan reparos y no se lancen a aventuras, lo cual está complicando aún más la situación.
Reunimos todo lo necesario para ser una región agrícolamente envidiable, pero para ello Barreda debería revolverse contra Zapatero y, en vez de apoyarle, consintiéndole que en el Alto Guadiana quiera que se deje de regar para recuperar los acuíferos, lo que tiene que hacer es exigirle agua para ellos y para nuestros agricultores. Así están haciendo otros presidentes regionales.
Pero ya se sabe, si lo hiciera sería considerado un antipatriota y, es evidente que, prefiere seguir siendo el presidente del secano.

martes, 21 de octubre de 2008

Charlatanes de feria (ARTÍCULO DE OPINIÓN)

Es palpable la incapacidad del Gobierno de Castilla-La Mancha y la de sus acólitos para resolver los problemas causados por la sobreexplotación de los acuíferos 23 y 24 y, lo que es peor aún, es que cada vez que toman una decisión complican más la situación. Así está ocurriendo con la regularización de pozos. Con una medida improvisada, como fue la de anunciar concesiones para uso de aguas subterráneas utilizando para ello el agua adquirida a los regantes, lo que han hecho ha sido enredar a los agricultores y crearles falsas expectativas.

Publicar la cesión gratuita de 40 hectómetros cúbicos anuales por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadiana a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha antes de conseguir esa cantidad de agua, no ha sido más que otro de los reclamos propagandísticos del Gobierno regional para embaucar a la sociedad castellanomanchega.

Que se sepa, a estas alturas, y hace más de dos años que comenzó la primera oferta pública de adquisición de derechos de agua, solamente han comprado los correspondientes a unas 2.500 hectáreas, lo cual significa que, hasta la fecha, disponen de unos 5 hectómetros cúbicos, y en el tiempo que queda para finalizar la cuarta y última oferta, menos de un mes, tienen que conseguir 35 más.

Para lograrlo están actuando como aquellos charlatanes de feria que llegaban a los pueblos con la furgoneta cargada de género y, subidos en un taburete, con un don de palabra comparable al de Castelar, embaucaban a los lugareños para venderles enseres, elixires, ungüentos, crecepelos, afrodisíacos, antiarrugas, adelgazantes y pócimas para remediar las miserias humanas. Yo recuerdo a uno que vendía mantas de Zamora (¡a saber de donde eran!) que liaba a los clientes contándoles las excelencias de su género diciéndoles que era el mejor del mundo, que sus mantas eran eternas y que, además de primorosas, eran las que más abrigaban. Además les metía prisa diciendo: ¡cómpremelas antes de que me las quiten de las manos! y, cuando veía que su oferta inicial no tenía clientes, la mejoraba paulatinamente añadiéndole enagüillas de hilo, manteles, pastillas de jabón, paquetes de cuchillas de afeitar y bolígrafos de punta fina.

Así, mejorando poco a poco la oferta, lograba clientes a los que endilgarles las supuestas mantas zamoranas, que ni eran las mejores del mundo, ni abrigaban tanto como él decía. Como la gente terminaba conociéndolos, antes de abandonar el oficio, no pocas veces se iban de los pueblos sin vender ni una escoba.

A mi, con respecto al Plan Especial del Alto Guadiana, la actitud del Gobierno regional y la de cuantos le rodean, me recuerda a la de aquellos charlatanes de feria, pero que, en vez de vender falsas mantas zamoranas, quieren embaucar a los agricultores haciéndoles creer que dejar de regar es extraordinario, que, para la zona, es maravilloso dejar de secano más de la mitad de la superficie que se viene regando y que, con las ayudas que van a recibir, no van a tener problemas nunca más.

Como las excelencias del PEAG son algo así como las de las falsas mantas zamoranas y nadie las compra, hacen lo mismo que los charlatanes de feria, mejorar paulatinamente su oferta. Primero han ofrecido como regalo 600 euros al año para reforestar las tierras que se han dejado de secano y, como siguen sin venderlas, supongo que a continuación ofrecerán vajillas de porcelana, bicicletas, chaquetas de pana y, si hace falta, incluso viajes al Caribe.

Al igual que los charlatanes de feria también quieren meter prisa a los agricultores. ¡Véndame sus derechos de riego antes de que se acabe la oferta! Deberían darse cuenta de que si no venden ni una escoba es porque los agricultores de Castilla-La Mancha lo que quieren es producir y saben que para eso necesitan regar y, por muchas vajillas, bicicletas, chaquetas y viajes que oferten, va a ser difícil que consigan que les vendan su agua. Si a ello se añade que el Gobierno regional ha dictado una resolución enormemente enrevesada, de la que se pueden realizar múltiples interpretaciones, nada transparente y de la que los agricultores no se fían, difícil va a ser la regularización de pozos.

Los charlatanes de feria han desaparecido, los del PEAG, como mínimo, deberían cambiar de oficio.

sábado, 20 de septiembre de 2008

En tiempo de tribulaciones...

Es tiempo de crisis y, ya se sabe, “en tiempo de tribulaciones, ni pensar en las mudanzas”. A pesar de ello, y a pesar de que las perspectivas apuntan a que la demanda de productos agrarios seguirá siendo superior a la oferta, Barreda sigue empeñado en dar de lado a nuestra agricultura y mudarnos a otros sectores de la producción, creyendo que, en una región eminentemente agrícola, como es Castilla-La Mancha, puede considerar a los agricultores como un simple elemento decorativo del paisaje, del que se puede prescindir, cuando lo que nos hace falta es precisamente lo contrario, es decir , incrementar la producción agraria y potenciar la comercialización.

Pero, es evidente que a Barreda no le interesa nuestra agricultura. Si le interesase no aceptaría que se aplicase el Plan Especial del Alto Guadiana, ni permitiría que se perdiese nuestra primacía internacional como viticultores y se dedicaría atentamente a la comercialización de nuestros productos agrícolas.

Todos sabemos, y Barreda lo sabe también, que las cosas que está haciendo, y las que no está haciendo, con nuestra agricultura, no son del agrado de los agricultores, que están sufriendo en sus carnes las consecuencias de la inoportuna mudanza que pretende.

Para tapar la realidad se dedica a lanzar campañas publicitarias sectarias, preparadas con un rigor tan diligente como despreciable, que tratan de engañar a los ciudadanos inoculándoles una imagen idílica de nuestra región, sin darse cuenta de que nos hemos acostumbrado a ellas y las soportamos con la misma pasividad con la que aceptamos el paso de los días.

En vez de tanto autobombo y de tanta alharaca:

¿Por qué no les dice a los ciudadanos que es incapaz de arbitrar soluciones viables para resolver el problema del riego en el Alto Guadiana en donde, aplicando el PEAG, inexplicablemente, pretende que se deje de regar más de la mitad de la superficie que se viene regando y dejar en precario el riego que va a quedar? Todo se le va en intentar enfrentarnos con otras Comunidades, cuando la solución debe darla el Gobierno Central, controlado por los socialistas.

¿Por qué no les dice a los ciudadanos el gravísimo problema de la vitivinicultura?, que digo yo, que Castilla-La Mancha tendrá algo que ver en este asunto, en el que, el Gobierno de Barreda, ni a propio intento lo puede hacer peor. ¿Por qué no les dice a los ciudadanos que por su incuria e incapacidad la OCM de la vid y del vino tiene en vilo a viticultores, bodegueros y destiladores?

Si hablamos de comercialización pasa lo mismo, ¿por qué no les dice a los ciudadanos el estrepitoso fracaso de la Fundación Tierra de Viñedos que Barreda gestó para comercializar nuestro vino?, o, ¿por qué no les dice a los ciudadanos que es incapaz de tomar unas medidas que remedien la penosa situación en la que se encuentran los productores de melón de nuestra región que, dicho sea de paso, producen al año casi la mitad de los melones de toda España

No se lo dice porque tendría que reconocer, entre otras cosas, que el PEAG que pretende aplicar es un dislate, que ha fracasado en su negociación sobre la OCM del vino, que cultivar melones está siendo una ruina o que, en la comercialización del vino, ha conseguido que la Fundación Tierra de Viñedos, por los líos que ha montado, y por lo poco que ha logrado, constituya el paradigma de lo que no se debe hacer.

En una situación de fuerte crisis, como la que estamos padeciendo, más que a pensar en mudanzas, a lo que el Gobierno regional debería dedicarse es a potenciar lo que tiene, que es nuestra agricultura, y no a despilfarrar el dinero público haciendo campañas de propaganda que solo sirven para esconder tras ellas su poca idoneidad para el cargo.

viernes, 15 de agosto de 2008

La agricultura coge el relevo

Llegados a ciertos extremos de demagogia es muy difícil hacer política. Que las soluciones del Gobierno de la región a la crisis económica sean afirmar que lo que el Grupo Popular desea es que la situación económica se hunda para sacar rédito político es, además de un insulto a la inteligencia, un síntoma claro de no saber cómo afrontar el deterioro de los parámetros básicos de la economía.

Estamos inmersos en una grave crisis económica cuya profundidad es tan grande como la desfachatez de quien se permite hacer semejantes afirmaciones, y cuya duración es, para todos los especialistas, tan indeterminada como la política económica del gobierno socialista.

Tenemos, y eso no lo desea nadie, un serio problema en el modelo económico regional, lo que obliga a buscar soluciones y cambios profundos, pero, para ello, al Gobierno de Barreda se le ve sin imaginación. Si la tuviera no estaría dedicado en cuerpo y alma a lanzar mensajes de propaganda vacuos y torticeros.

La modificación de la Ley de Ordenación del Territorio y la Actividad Urbanizadora (LOTAU), así como el anuncio de destinar 62,2 millones de euros para crear polígonos industriales, son las medidas estrella que ha anunciado el Sr. Barreda, pero, si se analizan, se observa rápidamente que no pasan de medidas coyunturales, poco imaginativas y que bien podrían hacerse si no hubiese crisis. Esa es la forma de gobierno del PSOE regional, cuando no sabe qué hacer, anuncia inyecciones de dinero para anestesiar a la opinión pública. A nadie se le puede olvidar cómo anunció que destinaría 300 millones de euros para ayudar a los agricultores afectados por las tormentas de mayo de 2007 y luego, de ello, nunca más se supo. Es evidente que al gobierno regional lo que le interesa no es la agricultura, es la propaganda.

Si realmente le interesase la agricultura se daría cuenta de que los españoles destinamos más de 2.800 millones de euros fundamentalmente para la importación de cereales, semillas y piensos. Está ocurriendo algo similar a lo que ya sucede con el sector energético, y es que nos estamos convirtiendo en dependientes de determinados productos de alimentación cuyos precios no sólo se mantendrán elevados, sino que es muy probable que se incrementen en los próximos años debido a la creciente demanda mundial.

Si el motor económico español antes de la crisis era el sector inmobiliario, ¿qué sector tiene que venir a sustituirlo? ¿No es razonable pensar que sea la agricultura la que coja ese relevo?

Hacer de la agricultura de nuestra región un sector más competitivo y altamente productivo podría ser un camino, en el que las bases ya están puestas, para salir de la crisis. Lo lógico sería que el Sr. Barreda, en vez de vanagloriarse, como hizo en su discurso de investidura, diciendo que Castilla-La Mancha ha dejado de ser una región fundamentalmente agrícola, dedicase un paquete de medidas destinado, entre otras cosas, a reducir los costes de producción agraria, a ayudar a los agricultores a afrontar con mayor solvencia el alto precio del gasóleo, a reducir el impacto de las alzas de fertilizantes y productos fitosanitarios, a modernizar las explotaciones agrarias con tarifas eléctricas razonables para fortalecer el regadío, a dejar de presionar con multas millonarias a los agricultores y a vigilar a los intermediarios y a los distribuidores para que los precios dejen de tener los márgenes abusivos que sufren los consumidores.

Debería el Sr. Barreda ir al grano, y a él que tanto le gusta el balonmano, dejar de echar balones fuera, y potenciar en estos momentos un sector básico para Castilla-La Mancha como lo es el sector agrario, con un objetivo fundamental que es tener capacidad de exportación, de esa forma nuestras cuentas dejarían de mostrar las cifras rojas que actualmente presentan.

El problema del Gobierno regional es que se ha acomodado en estos 25 años que lleva ejerciendo el poder y, como no está preparado para afrontar una crisis económica de estas dimensiones, vuelve a hacer lo que sabe hacer, dejar pasar el tiempo y, en vez de hacer política, confundir a los ciudadanos con su demagógica propaganda.

jueves, 31 de julio de 2008

El Tour, la Ronda de Doha y la agricultura de Castilla-La Mancha

Me ha resultado llamativo que en varias ocasiones y, a pesar de los esfuerzos de los organizadores del Tour de Francia por evitarlo, los agricultores franceses se han hecho ver y oír exigiendo la defensa de su agricultura.

Están en contra de los acuerdos que el Comisario de Comercio de los 27, Peter Mandelson, quiere alcanzar en la Organización Mundial del Comercio (OMC), para la liberalización del comercio agrario. Saben que esto supondría que se redujesen las ayudas al campo en un 70%, que se recortasen los aranceles agropecuarios en un 60% y que se bajasen, así mismo, los aranceles a las importaciones de productos manufacturados de los países en desarrollo.

No parece sensato que este acuerdo comercial, que empezó a fraguarse hace siete años con la Ronda de Doha, se alcance ahora ya que, en la situación de crisis alimentaria mundial en la que nos encontramos, hará a los consumidores occidentales aún más dependientes de las importaciones y condenará a la agricultura europea a desaparecer casi de la noche a la mañana.

Países ricos como Francia, ante la crisis de alimentos que hay en el mundo, se posicionan en contra del referido acuerdo y, su presidente, Nicolás Sarcozy, ha hecho ver muy claro que los franceses no dejarán de cultivar ni una sola hectárea de tierra.

Países pobres como Brasil, cuya superficie cultivada supera a la de toda la Unión Europea, atraídos por los altos precios de los alimentos, se posicionan a favor del referido acuerdo, y su presidente, Lula da Silva, ve una gran oportunidad aumentar su capacidad productiva, y para ello está dispuesto, a pesar de la amenaza medioambiental que supondría, incluso a la deforestación de la selva amazónica.

En Castilla-La Mancha, que somos agricultores y es lo que mejor sabemos hacer, nos debemos posicionar en contra del referido acuerdo y, nuestro presidente, José Mª Barreda, debería potenciar nuestra agricultura y aumentar su capacidad productiva. En cambio, para no oponerse a la equívoca e ineficiente política hidráulica de Zapatero, carente de infraestructuras y llena de falsas promesas, que representa sequía y, consecuentemente, baja capacidad productiva, está favoreciendo el abandono de tierras y está sancionando a nuestros agricultores por regarlas, en lugar de ayudarles con medidas técnicas y sociales eficientes para que no vean mermadas sus cosechas y la rentabilidad de sus explotaciones.

Mal le están asesorando sus acólitos. Deberían enseñarle, si es que lo saben, que en la agricultura está nuestro presente y nuestro futuro. Si no lo saben deberían ir a Francia, no a correr el Tour, que para eso tenemos a Carlos Sastre, sino para que aprendan cómo se debe apoyar y defender la agricultura de una región eminentemente agrícola.

jueves, 24 de julio de 2008

Sine agricultura nihil

Los expertos analistas de la actual situación de crisis coinciden en que, para poder salir del momento de incertidumbre en el que estamos inmersos, es necesario, entre otras cosas, un incremento de la productividad. Agricultura y ganadería constituyen el sector más característico de Castilla-La Mancha y aunque en su discurso de investidura, el presidente regional se refirió a él diciendo que la estructura productiva de Castilla-La Mancha ha cambiado profundamente, se ha modernizado y ya no estamos en una región eminentemente agrícola, yo creo que es un grave error creer que representan el pasado, cuando realmente en ellas está nuestro presente y nuestro futuro.

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dice que hoy la agricultura está en el centro de los tres grandes retos a los que se enfrenta el Planeta en los próximos años: el reto alimentario, el reto medioambiental y el reto energético. Es evidente que por tradición y por nuestro buen saber hacer, atendiendo a estos retos, los castellano manchegos tenemos obligación de seguir haciendo Agricultura, e incluso debemos esforzarnos en incrementar su productividad. Sólo así contribuiremos a solucionar la crisis en la que estamos inmersos.

Nuestra agricultura y nuestra ganadería constituyen un sector mucho más romántico y altruista de lo que la mayoría de la sociedad piensa, que contribuye de un modo real al bienestar y a la tranquilidad de los ciudadanos y, en vez de recibir los agradecimientos que merecen, el Gobierno regional más parece querer desmantelarlas que luchar por su supervivencia.

La política que nos ha guiado nos ha llevado a que los precios de los alimentos se hayan disparado, curiosamente sin incidir positivamente en la rentabilidad de las explotaciones agrícolas, pero, a pesar de todo ello, aunque a veces se nos olvida que el campo es una empresa que no tiene ni aire acondicionado, ni cómodos sillones, ni amplias salas de espera, muchos agricultores, movidos más por impulsos sentimentales que por rentabilidad empresarial siguen, contra viento y marea, tratando de mantener su actividad.
No se puede llevar a la agricultura castellano manchega, como está pretendiendo el Gobierno regional, a una situación catatónica y menos ahora, que se ha demostrado que es imprescindible, en primer lugar, para garantizar el suministro de alimentos y, en segundo lugar, para lograr que haya un aumento de las producciones para que bajen los precios que los sufridos consumidores estamos pagando por los productos básicos para nuestra alimentación.

Hacerlo significará romper la punta de lanza que necesitamos para atravesar la dura situación que hemos empezado a vivir y que, todo parece indicar, vamos a padecer más tiempo del que sería deseable.

De gallina se me pone la piel cuando veo lo que el Gobierno regional está pretendiendo hacer en el Alto Guadiana, obligando en unos casos, sin el mas mínimo respeto a la dignidad de los afectados, agricultores y ganaderos y cuantos directa o indirectamente dependen de la agricultura de la zona, a dejar de regar sus cultivos y fomentando, en otros, el abandono de tierras con pérdida de cultivos tan nuestros como el viñedo.

Ha dicho Sarkozy, en su recién inaugurado cargo de Presidente de la Europa de los 27, que en un mundo donde hay 800 millones de gente pobre que no puede alimentarse y donde un niño muere cada 30 segundos de hambre, nunca aceptará una reducción de la producción agraria europea.

Por tanto, parece lógico pensar que, en Castilla-La Mancha, lo que no se debe permitir es que en el Alto Guadiana se deje de regar una sola hectárea, ni que se fomente el abandono de nuestros viñedos. Lo que parece razonable, de acuerdo con los expertos analistas de la actual situación de crisis, es hacer más productivas nuestras tierras de cultivo.

Para que esto ocurra es necesaria una colaboración armoniosa del Gobierno regional con el sector, justo lo contrario de lo que está ocurriendo, aunque, para ello, nuestro presidente debería convencerse de que SIN AGRICULTURA NADA.

sábado, 12 de abril de 2008

La guerra del agua y del vino

Uno de los momentos más impactantes de la historia de la radio se vivió cuando, en 1938, el joven Orson Welles hizo la representación radiofónica de una adaptación de la obra de H.G. Wells, La guerra de los mundos. Aún hoy hay quien se plantea qué objetivo tenía esa representación, y si el propio Welles era consciente de las consecuencias que aquella retransmisión de ciencia ficción tuvo. Como se sabe, el realismo fue de tal calibre, que la emisión causó auténtico pánico en Nueva Jersey, ciudad donde, según la obra, estaba teniendo lugar la invasión de la Tierra por extraterrestres.

El principal motivo de la repercusión que tuvo aquel serial radiofónico, según los estudiosos del fenómeno, fue la situación internacional de inestabilidad que se vivía en la época.

Aprovechando las situaciones de incertidumbre, son muchos los gobiernos y numerosos los creadores de opinión que lanzan una información que, ingeniosamente elaborada y sutilmente administrada, busca causar efectos en la población para provocar cambios de rumbo e incluso cambios de pensamiento.

En Castilla-La Mancha, de un tiempo a esta parte, nos desayunamos con mensajes del Gobierno regional, nada subliminales, por cierto, si no todo lo contrario, puestos directamente en nuestras consciencias, con el descaro que da pagar con dinero ajeno, para convencernos de las bondades de la nueva OCM del Vino y del Plan Especial del Alto Guadiana.

Siempre me ha parecido síntoma de la más patológica presunción vanagloriarse del trabajo que uno debe realizar y que, además, lleva implícito en su sueldo, pero más patológico me resulta que, en pleno siglo XXI, se usen técnicas propagandísticas más propias de regímenes totalitarios que de sociedades modernas.

El hecho de que estos anuncios empezasen a emitirse en plena campaña electoral, y que el Gobierno regional tuviese que retirarlos temporalmente, porque su actitud no obedecía a conductas democráticas, no voy a analizarlo ahora mismo. Como tampoco me detendré, por ahora, en analizar el coste que nos supone a los castellanomanchegos la financiación pública de esa propaganda. Pero sí quisiera comentar algunos aspectos que me parecen aún más graves que los dos anteriores.

Decir que la nueva OCM del Vino ha sido un éxito es preocupante, ya que, entre otras cosas, los países del norte, según las negociaciones en las que el Gobierno regional tanto dice que ha intervenido, van a mantener la chaptalización, mientras que a los del sur nos desaparecerán las destilaciones dentro de cuatro años. En un mercado como el español, con producciones superiores a los 40 millones de hectolitros, de los que 10 millones se destilan, al no hacerlo entrarán en el mercado, lo que provocará graves distorsiones con precios a la baja y alteración de las calidades.

Algún acólito del Gobierno regional para hacer méritos, no porque piense otra cosa, pues no llega a ese nivel de autonomía emocional, me tachará de alarmista, pero es difícil ser optimista con el resultado de la reforma de la OCM del Vino cuando los fondos que van a llegar a España son menores que los que llegaban hasta ahora y esto, con toda probabilidad, desatará entre las regiones una guerra para repartirse el presupuesto de esta OCM, semejante a la que tenemos por el agua.

Tampoco es para tirar cohetes la situación del Plan Especial del Alto Guadiana, ya que, para colmo de males, el presupuesto que el Gobierno había previsto para su desarrollo acaba de verse reducido en 245 millones de euros por la mala gestión de la Consejería de Agricultura, a la que la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea ha denegado las ayudas (por no cumplir los requisitos mínimos exigidos) a la medida que presentaban como estrella para ahorrar agua: el fomento de los cultivos extensivos de secano.

Setenta años después de que Orson Welles anunciase la Guerra de los Mundos y aprovechase la situación de inestabilidad que se vivía en la época para crear pánico, el Gobierno regional hace lo mismo y aprovecha la incertidumbre que vive el sector del vino y la problemática que sufre nuestro país en materia hidráulica, para lanzar mensajes que confundan a la opinión pública. Cuando oigo esas consignas por la radio, me asomo a la ventana para ver si la gente corre por las calles para ponerse a salvo.

lunes, 24 de marzo de 2008

En abril, aguas mil

Sería pretencioso que yo viniera ahora a dar doctrina nueva sobre un asunto que está más claro que el agua, y nunca mejor dicho, porque me refiero al agua y a la necesidad de sus trasvases, debido, fundamentalmente a la pertinaz sequía que nos viene azotando.

Pero, más grave que la pertinaz sequía es la pertinaz sordera psíquica, que no fisiológica, de Zapatero. La sordera psíquica de nuestro presidente es gravísima y es la peor desgracia que le puede ocurrir a un gobernante y de rechazo a los gobernados que tenemos que soportarlo. Esta gravísima enfermedad le ha hecho perder el sentido de la responsabilidad, enrocarse en sus fantasías, convertir sus decisiones en repugnantes gestos de prepotencia y considerar la democracia como la disputa por un puñado de votos y no un estilo de conducta.

Quiero con esto decir que tengo clara la conciencia de que mi voz es una más entre las miles de voces que están clamando al cielo contra el desgobierno que supone la pésima política hidrológica del PSOE, o, mejor dicho, de Zapatero, su máximo dirigente, porque no puedo creer que todos los socialistas estén de acuerdo con su presidente.

Lo que se está repitiendo hasta la saciedad, y lo que voy a repetir, es que la iniciativa del trasvase (desvío, conducción o aportación hídrica por excedente, llámese como se quiera) de agua del Ebro a Barcelona, es una grave ofensa a todos los ciudadanos que no vamos a disfrutar de las simples “geniales ocurrencias” de Zapatero, y lo peor es que no se trata, como en otros gestos a los que nos tiene acostumbrados, de simples “geniales ocurrencias”. La cosa huele mucho peor. Se trata nada menos que de un ignominioso pago de factura por los favores electorales que Zapatero ha recibido de sus compadres catalanes. La cosa es para llorar.

Los ciudadanos castellanomanchegos debemos saber lo que realmente está ocurriendo con el agua de España, y nuestro presidente regional, José Mª Barreda, tan populista como su predecesor, pero con menos labia, que se envalentona cuando no hay peligro y se calla sumisamente cuando llega la hora de la verdad, tenía que dejar sus proclamas numantinas y no permitir que con la resonancia mediática del trasvase del agua del Ebro a Barcelona se distraiga la atención hacia el problema que permanentemente nos afecta, que no es otra cosa que, cada vez que sus compadres de Madrid lo consideran oportuno, el agua de nuestros pantanos se va para Murcia.

Barreda, que se calla para no desairar a sus compadres del Gobierno central, permite las sangrías que van dejando secos a Entrepeñas y Buendía, consiente que nuestras aguas se vayan a fecundar otras tierras, mientras que a los agricultores de la región les cierra sus pozos, queriendo taparles la boca con un puñado de euros. Dice que el trasvase para Barcelona es agua para beber, y yo me pregunto: ¿por qué apela a una solidaridad que no tiene el coraje de exigir cuando somos nosotros los que la necesitamos?

A ver cuando se entera de que la situación de España no se arregla ni con un trasvase ni con un trasvasillo, sino poniendo en marcha un plan hidrológico de envergadura que permita que el agua vaya de donde sobra a donde falta. Un plan hidrológico como el que proyectó el Partido Popular y que Zapatero arbitrariamente desmontó.

Lo grave es que mientras aquel estaba financiado por la U.E. e incluía el trasvase a Barcelona, las obras e instalaciones necesarias ahora las vamos a tener que pagar los españoles.

De humillación para la democracia es pagar la factura de unos pocos votos con unos hm3 de agua, pero me temo que, viendo lo que estamos viendo, y viviendo lo que estamos viviendo, esto no es más que el principio de la cadena de desgobiernos que se nos viene encima. ¡Que cuatro años de pertinaz sordera se nos vienen encima!

viernes, 15 de febrero de 2008

El carnaval del PSOE

Acabamos de pasar los carnavales. El carnaval es un juego festivo en el que la gente se libera y su personalidad se convierte en máscara. No deja de tener gracia el hecho de que en su origen griego “persona” significa literalmente “máscara”, quizá porque en la vida cotidiana disimulemos nuestra auténtica personalidad.
Hay quien dice que el carnaval es no sólo saludable sino necesario para el equilibrio psíquico, pero que se convierte en un problema patológico cuando pasa a ser una práctica habitual. Esta es una de las patologías del PSOE: que está en un continuo carnaval y no se quita la careta ni para dormir. Su histrionismo carnavalesco hay que reconocer que le ha venido dando buenos resultados, a pesar de que lo que hace tras la máscara es engañar al personal dando como verdades las mentiras más burdas.
Nos cabe al Partido Popular la desagradable tarea de ir desenmascarando tanto engaño. Por limitarme ahora a algunas de las múltiples cuestiones en las que el PSOE viene actuando sistemáticamente con la cara tapada, es decir, con careta, para engañar día tras día al electorado castellanomanchego (para las comparsas socialistas el pueblo castellanomanchego es un mero electorado al que encandilar), me atrevo a plantear una serie de preguntas que, como puede comprenderse, para el buen entendedor, llevan implícitas las respuestas.
Dirán, como es costumbre, que crispamos la situación cuando, en realidad, lo único que hacemos es desenmascarar, a veces heroicamente, las verdades que sistemáticamente oculta o desfigura el PSOE. ¿Es eso crispar?
Vayamos a los hechos, es decir, a las preguntas.
¿Quién, que no crea estar escondido tras una careta, puede decir hoy me subo el sueldo un 75 % y luego, cuando se ve acorralado por la opinión pública, decir que, como no le hace falta el dinero, se lo va a donar a una organización benéfica?
¿Quién, que no crea estar escondido tras una careta, puede decir que el trasvase del Tajo alto finalizará el año 2015 cuando se está proyectando hacer otro desde el Tajo medio al Levante?
¿Quién, que no crea estar escondido tras una careta, puede decir que reduciendo a la mitad la superficie cultivada en regadío en el Alto Guadiana no se va a provocar ninguna crisis económica en la zona?
¿Quién, que no crea estar escondido tras una careta, puede decir que la economía de Castilla-La Mancha va viento en popa, cuando todos sabemos los apuros que están pasando muchas familias para llegar a fin de mes?
¿Quién, que no crea estar escondido tras una careta, puede decir que la pérdida de empleo es coyuntural y que no hay que tomar medidas para afrontar el futuro, cuando durante el mes de enero tenemos 6.200 nuevas personas desempleadas en Castilla-La Mancha?
¿Quién, que no crea estar escondido tras una careta, puede decir que la reforma del Reglamento Electoral tiene que ser aprobado por los dos terceras partes de la Cámara y, viendo que no le conviene, agiliza los trámites para aprobarlo por mayoría simple?
¿Quién, que no crea estar escondido tras una careta, puede decir que el Defensor del Pueblo puede ser un socialista, alcalde de Cuenca durante tres legislaturas, cuando la Ley obliga a que sólo puede desempeñar un cargo de tanta responsabilidad una persona con independencia política?
¿Están o no están en perpetuo carnaval?
Está claro, más claro que el agua, que si el PSOE se hubiera presentado a un concurso de comparsas, se habría llevado, sin lugar a dudas, el primer premio. Son auténticos artistas.

martes, 12 de febrero de 2008

Lo que nos faltaba

Despedimos el 2007 con la aprobación de la OCM de la vid y el vino y lo que nos faltaba era empezar el año con la aprobación del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG).

El signo más claro de que la negociación de la OCM no ha salido bien es ver cómo brindaban nuestros negociadores.

El signo evidente de lo desfavorable que va a ser el PEAG es ver lo eufórico que está Barreda.

Lo de la OCM debe haber sido a consecuencia de que la ministra Espinosa no ha salido de su despacho para ver la realidad del viñedo y, sin conocer nuestra viticultura, es muy difícil defender los intereses españoles.

Lo del PEAG debe haber sido la moneda con la que Barreda apoya a Zapatero para que mantenga contentos a sus socios separatistas.

Nadie puede entender que Barreda aplauda ni la OCM ni el PEAG. Con la OCM lo que se ha conseguido es una mala prórroga de lo que había, ya que la problemática del sector no se soluciona y no es nada halagüeño lo que puede a pasar en poco tiempo con el viñedo más extenso del mundo. Con el PEAG lo que se pretende es dejar de regar más de la mitad de la superficie de regadío del Alto Guadiana y volver a la agricultura que se practicaba hace más de 50 años.

Es evidente que Barreda, de viña y vino, sabe poco, porque si supiera, no habría permitido llegar a ese acuerdo, o al menos, hubiese peleado de otra manera, si es que ha peleado. También es evidente que Barreda tampoco sabe la importancia que tiene el agua en la agricultura del Alto Guadiana. Si lo supiese jamás habría permitido que se aprobase el PEAG.

Aceptar que Barreda celebre la nueva OCM y el PEAG es peliagudo, como difícil es entender que Barreda y sus altos cargos, con los vientos que soplan en nuestra economía, se hayan subido el sueldo de forma tan chapucera.

Que Barreda haya incrementado su salario en más de cincuenta mil euros anuales es una grosería, pero que apoye la OCM y el PEAG es una insensatez.

Para conocer la realidad, debería Barreda salir al campo y conectar con nuestros agricultores. Se daría cuenta de que los viticultores ven su futuro con incertidumbre y aprendería que, en el Alto Guadiana, no se puede dejar de regar más de la mitad de la superficie que se está regando, porque la actividad agraria es el motor económico de la zona y la agricultura de secano tiene graves problemas de rentabilidad.

Quiere negar la evidencia y hacernos creer que los agricultores aceptan sin fisuras la OCM y el PEAG. Entre los viajes que debería hacer convendría que pasase por Socuéllamos. Allí los agricultores llevan encerrados más de dos meses, porque el PEAG ni resuelve la enorme problemática de las extracciones irregulares, ni permite el intercambio de derechos entre particulares, ni contempla el aporte externo de agua para la recarga de los acuíferos y para usos medioambientales, mientras que potencia la agricultura de secano y pretende que los derechos de riego (vigentes hasta 2035) se conviertan en concesiones administrativas, aumentando así su intervencionismo.

Con sus panfletos de propaganda dirá Barreda, como ya es costumbre, que lamenta la alarma y los temores del PP. Está claro que su política agrícola hace aguas y tiene que usar esos pasquines para tapar las grietas. Ojalá que las aguas que hace su política sirvieran para regar. El problema estaría resuelto.

viernes, 8 de febrero de 2008

La oposición de la oposición

En el tiempo que llevo en las Cortes Regionales tratando a los diputados del PSOE ya tendría que haberme dado cuenta de su estrategia. Es la estrategia de no callarse ni debajo del agua, aunque se les eche encima, una y otra vez, el diluvio universal. Es la estrategia de negar, si es con mentiras mejor, cualquier evidencia y, es la estrategia de hacer responsable de su desgobierno al PP, venga o no venga a cuento.

Me sorprende en el PSOE la capacidad de aglutinar a su gente con una fidelidad a prueba de bombas, aunque no sé si lo hacen por uniformidad de conciencias, por servilismo o porque sigue perviviendo aquella amenaza de exclusión del disidente, que quedó perfectamente reflejada en la famosa frase: “el que se mueva no sale en la foto”.

De una u otra manera sus actuaciones dejan al descubierto su decisión de no permitirnos ni hablar sin que, por principio, se nos contradiga tantas veces cuantas abramos la boca. Así hasta el aburrimiento.

Pues bien, yo les digo que no van a conseguir aburrirnos y que, por más que manipulen, seguiremos exponiendo una y otra vez nuestra postura con la misma terquedad con que ellos intentan ahogar nuestra voz.

Una prueba de esto que vengo diciendo es nuestra postura ante la política hidráulica. Ellos saben muy bien que todo se hubiera arreglado de haberse puesto en marcha el Plan Hidrológico Nacional, pero que, como fue idea nuestra, se negaron a aplicarlo tan pronto como controlaron el poder central. A partir de ahí, todo ha sido un disparate y, en vez de reconocer su torpeza, se empeñan, una y otra vez, en hacernos compartir responsabilidad en soluciones descabelladas, cuando disponen de total capacidad de decisión tanto en Toledo como en Madrid, sin que necesiten para nada nuestro apoyo que, quiero que quede muy claro, sólo lo necesitan para no quedar en ridículo ante los castellano manchegos.

Nosotros podríamos quitarnos de encima el mochuelo con un despectivo “¡allá ellos!”, y si no lo hacemos es por sentido de responsabilidad y, con la misma tenacidad que ellos, seguiremos levantando nuestra voz y denunciando su desgobierno, aunque no sea más que por respeto a los que con sus votos nos han puesto en la oposición. Ni que decir tiene que esta situación durará poco porque los castellano-manchegos se están dando cuenta en qué manos tan torpes están sus intereses. Lo cual, cada día que pasa es más evidente.

Lo voy a decir una vez más. El PSOE no necesita para nada nuestro apoyo, ni aquí ni en Madrid. Lo demás es practicar su típica política engañosa tratando de hacernos responsables de un asunto del que los únicos responsables son ellos. ¡Qué manía tienen en sacar a relucir a Mª Dolores Cospedal, a tiempo y a destiempo, cuando a quien tienen que dirigirse es al Sr. Barreda y al Sr. Zapatero!

Que no mareen más la perdiz. Que deje ya el Sr. Barreda de mandarnos a sus voceros para que, pisándonos los talones, vayan tras de nosotros, obligándoles un día y otro a negar nuestras intervenciones y obligándoles a convertirse en oposición de la oposición.

Parece que con nuestras intervenciones somos nosotros los que les hacemos su agenda de actuaciones. ¿No dicen ustedes que tienen el poder? Pues que lo ejerzan con hechos y no intentando asfixiar nuestra voz con una obcecación fruto de su ignorancia y de sus mentiras, que les lleva a un marcaje cansino que –se lo repito y se lo repetiré cuantas veces hagan falta-, ni nos amedrenta ni nos va a quitar de en medio.

Denle todas las vueltas que quieran al Estatuto, cuya aprobación no han podido gestionar peor, pero les insisto que con quien tienen que ponerse de acuerdo no es con nosotros, sino con sus colegas de la calle Ferraz, y no nos metan ustedes en medio de sus refriegas y disensiones internas. El pueblo castellano manchego sabe que al Sr. Barreda en Ferraz le respetan tanto como nada.

Señores del Gobierno regional: ejerzan el poder con responsabilidad, y no nos pidan un apoyo que no podemos darles sin traicionar los intereses de Castilla-La Mancha.

En el Partido Popular ni tratamos de incordiar, ni de enredar, ni de crispar. Lo que nos ocurre es que nos repugna la estrategia del PSOE.

sábado, 26 de enero de 2008

El tapafugas

En mi artículo dedicado a la OCM del vino y al PEAG, publicado la semana pasada en este mismo diario, decía que la política agrícola del gobierno de Castilla-La Mancha hace aguas y tratan de usar pasquines para tapar las grietas.

La aparición del tapafugas no se ha hecho esperar. Las líneas que me ha dedicado el diputado socialista D. Antonio Salinas, las he leído con interés, y sin sorpresa. A pesar de que tiene un currículum plagado de cargos oficiales, probablemente, las actuaciones que más le definen son sus apariciones en las televisiones locales sobre temas de agricultura. Cuando los veía, al principio, me llevaba las manos a la cabeza y, cuando terminaban, me producía el mismo efecto que los programas de los Morancos.

Algún día haré algún comentario a sus brillantes intervenciones. Por el momento me voy a limitar a responder al “artículo” que me ha dedicado.

En primer lugar tengo que decir que refleja perfectamente el modo de proceder del Gobierno Regional y, en general, de los caciques del PSOE. Su “artículo” es un puro insulto, que no aporta ni un solo dato, ni una sola idea que justifique su disentimiento con el contenido de mi escrito. Y cuando digo “ni un solo dato, ni una sola idea” quiero decir eso mismo: que no aporta ni un solo dato, ni una sola idea. Es una sarta de descalificaciones. Pura verborrea electoralista.

En segundo lugar le brindo la iniciativa de que lo reparta como circular oficial a candidatos, militantes y simpatizantes de su partido y que lo distribuyan en bares, mítines, tertulias y en lugares de reunión. Aunque le advierto que la mentira puede ser eficaz para algunos y para alguna ocasión, pero no siempre y para todos, que al pueblo castellanomanchego se le puede engañar desde el poder durante un tiempo, pero sabe mucho mejor que sus dirigentes cuáles son sus problemas y que hay políticos que no vivimos ni del insulto ni del engaño.

Por si acaso quiero dejar muy claro que yo no soy, ni por asomo, como el diputado Salinas, y que no tengo nada que ver con sus programas televisivos, sus “artículos” y su currículum plagado de cargos oficiales.

Ayer mismo leí en un establecimiento comercial una frase que me dejó pensativa: “para subir un escalón, hay que arrastrarse”. Que lo piense el Sr. Salinas.

Él, y los que son como él, que se las dan de denunciadores insultantes, ¿por qué no explican a la ciudadanía el hecho vergonzoso de la subida de sueldo de los altos cargos del gobierno socialista?

¿Acaso creen que la gente es tonta cuando escucha decir que la escandalosa subida de sueldos se debe a la necesidad de homologación con otras autonomías? Esa escandalosa subida de sueldos es una bofetada al colectivo de funcionarios y, en general, a todos los trabajadores de Castilla-La Mancha. Y no me vengan con excusas infantiles de ayuda a tal o cual ONG. Ni se lo creen ellos, ni se lo cree el pueblo del que impunemente se ríen.

Que vayan a decirlo en un mercado y escuchen lo que le van a decir las amas de casa. Que vayan a decirlo a los trabajadores, funcionarios o no, cuando reciben la nómina y verán la cara que se les pone. Que vayan a decirlo a los agricultores o a los empresarios asfixiados por la economía y verán cómo les aplauden.

Podría pensarse que me estoy yendo por los cerros de Úbeda y que no entro en la cuestión que motiva este escrito. Pues bien, ciertamente no me veo con ganas de repetir lo que expuse sobre la pésima negociación de la OCM y sobre las pésimas consecuencias del PEAG para los agricultores de Castilla-La Mancha. ¿Para qué se lo voy a repetir si supongo que el Sr. Salinas que habrá leído mi artículo y no ha sido capaz de responderlo aportando datos que nieguen mis planteamientos?

Aprovecho la ocasión para decirle que ya tendremos ocasión de entrar en temas de estricta agricultura. Mejor dicho, que ya tendré ocasión yo, porque por lo visto él es incapaz de hacerlo. Que siga haciendo pasquines que el barco se hunde.