Así lo ha expresado Soriano durante su visita a un taller de empleo sobre extracción de resina que se imparte en Talayuelas (Cuenca), localidad que forma parte del programa en el que la Consejería de Agricultura cede montes públicos para gente que quiere extraer resina de los pinos.
La actividad resinera fue importante en la región hasta entrados los años ochenta, aunque la bajada de los precios y el aumento de la mano de obra provocaron que prácticamente despareciera en Castilla-La Mancha.
Pero estos años, gracias al incremento de los precios de los productos que se obtienen de la resina, el sector se está recuperando, toda vez que es un recurso que genera riqueza en zonas forestales de pinar.
El apoyo del Gobierno regional y el alza de las cotizaciones han permitido que en los dos últimos años se haya pasado de resinar 200.000 pinos a más de 500.000, gracias a la labor de 150 resineros de las provincias de Albacete, Guadalajara y Cuenca.
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