Esta laguna se desecó a principios del siglo pasado mediante un drenaje que evacuaba el agua de la laguna hacia el río Guadiana, y ahora se ha procedido a eliminar el drenaje para permitir que pueda llenarse con las próximas lluvias otoñales. De esta forma, podrá recobrar su funcionamiento hídrico natural, que presenta importantes oscilaciones en los niveles de agua en función de las precipitaciones -llegando a secarse durante el verano-, y albergando un sinfín de especies de flora y fauna.
Recientemente, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Agricultura, ha adquirido la propiedad de aproximadamente 130 hectáreas del Monumento Natural del Volcán y Laguna Peñarroya.
Uno de los valores naturales más destacados del Campo de Calatrava es la presencia de un relieve volcánico de notable interés, tanto paisajístico como geomorfológico. Entre los distintos tipos de volcanes existentes en la comarca, destacan aquellos que presentan cráteres explosivos, también conocidos como “maares”, y que acogen en su interior un conjunto lagunar de excepcional valor ecológico.
De todos ellos sobresale el Volcán Peñarroya, por su altitud y por formar un cono casi perfecto. En su interior se encuentra la Laguna de Peñarroya, cuyo origen es el represamiento natural del arroyo de Los Lobos, con una superficie próxima a las 40 hectáreas.
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