Las medidas en favor de
una mayor transparencia en los acuerdos comerciales del sector agroalimentario
fortalecen a los agricultores y ganaderos, ofrecen estabilidad a los
distribuidores y benefician a los consumidores.
Así lo indiqué ayer en Cuenca antes de clausurar la ‘Jornada sobre la Ley de la Cadena Alimentaria y su repercusión en los consumidores’, organizada por ASAJA Cuenca.
La aprobación a nivel nacional de la Ley de Medidas para la Mejora del Funcionamiento de la Cadena Alimentaria es un hecho relevante para el sector agroalimentario español, porque establece algo tan lógico e imprescindible como los contratos por escrito en las operaciones comerciales de la cadena alimentaria.
Es necesario que cuando un agricultor o ganadero vende su producto lo hagan sabiendo algo tan básico como cuánto y cuándo cobrarán, porque lo contrario suponía una indefensión total para el eslabón más débil de la cadena y podía provocar situaciones de posibles abusos.
La ley no se limita a fijar que se realicen los contratos de compra-venta o a prohibir la venta a pérdidas que tira los precios a la baja, sino que además introduce mecanismos para velar por su correcto funcionamiento, como es la creación de la Agencia de Información y Control de los Alimentos (AICA), que supervisa y tiene competencias sancionadoras, y la del Observatorio de la Cadena Alimentaria, que vigila las relaciones comerciales.
Agrupación de la oferta.
Así lo indiqué ayer en Cuenca antes de clausurar la ‘Jornada sobre la Ley de la Cadena Alimentaria y su repercusión en los consumidores’, organizada por ASAJA Cuenca.
La aprobación a nivel nacional de la Ley de Medidas para la Mejora del Funcionamiento de la Cadena Alimentaria es un hecho relevante para el sector agroalimentario español, porque establece algo tan lógico e imprescindible como los contratos por escrito en las operaciones comerciales de la cadena alimentaria.
Es necesario que cuando un agricultor o ganadero vende su producto lo hagan sabiendo algo tan básico como cuánto y cuándo cobrarán, porque lo contrario suponía una indefensión total para el eslabón más débil de la cadena y podía provocar situaciones de posibles abusos.
La ley no se limita a fijar que se realicen los contratos de compra-venta o a prohibir la venta a pérdidas que tira los precios a la baja, sino que además introduce mecanismos para velar por su correcto funcionamiento, como es la creación de la Agencia de Información y Control de los Alimentos (AICA), que supervisa y tiene competencias sancionadoras, y la del Observatorio de la Cadena Alimentaria, que vigila las relaciones comerciales.
Agrupación de la oferta.
Es necesario que el sector productor siga avanzando en la concentración de la oferta, porque con volúmenes razonables podrá contar con fuertes equipos comerciales, asumir campañas de promoción ambiciosas, negociar en mejores condiciones con los distribuidores y atender las demandas de grandes grupos nacionales e internacionales.
En este sentido, el próximo Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, que tiene horizonte 2020, apostará de manera decidida por facilitar la integración comercial de cooperativas y apoyar las agrupaciones de productores.
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