En este sentido, la presidenta ha señalado que “la gran apuesta no es la producción, ya producimos mucho” –ha añadido- “a eso es a lo que está dedicando el Gobierno regional y yo, como presidenta de Castilla-La Mancha, me dedico a enseñar nuestros productos, a su venta y promoción en todos los mercados; ése es nuestro reto”.
Así se ha manifestado María Dolores Cospedal durante la inauguración de la exposición ‘El espíritu del Vino. El vino como valor religioso’, en el Museo Infanta Elena, de la Cooperativa ‘Virgen de las Viñas’, de Tomelloso (Ciudad Real), un acto que ha presentado como el preludio de la I Cumbre Internacional del Vino que se celebra desde el día de mañana, jueves, en Toledo.
La presidenta autonómica ha recordado que “somos el mayor viñedo del mundo, tenemos 436 mil hectáreas de viña, más de 90 mil explotaciones vitivinícolas y muchas miles de familias que viven del mundo del vino”. Por este motivo, María Dolores Cospedal ha destacado la importancia que tiene la celebración de la Cumbre Internacional del Vino que arranca mañana en nuestra tierra.
En este sentido, Cospedal ha afirmado que el acto que ha acogido hoy el Museo Infanta Elena, de la Cooperativa ‘Virgen de las Viñas’, de Tomelloso ha servido de “preparación y presentación en sociedad de la Cumbre, porque se trata del espíritu del vino y de la influencia y de la relación del vino y de la religión a lo largo de la historia”.
Además, la presidenta regional ha asegurado que “cuando estamos hablando de nuestro vino, de nuestras viñas, de un producto agroalimentario como es el vino en Castilla-La Mancha, no solo estamos hablando de agricultura, ni de economía, ni sólo de empleo, sino que también estamos hablando de parte de nuestra cultura, de parte de nuestra tradición y del origen mismo de nuestra civilización”
Una tierra de viñedos
Durante su intervención, la presidenta ha recordado la vinculación histórica que tenemos con la cultura del vino. “Ya desde el Neolítico, se podían contemplar paisajes de nuestra tierra y de nuestro país con olivos, viñas y también con el trigo para la producción no solo del vino, también del pan y del aceite”.
A juicio de Cospedal, esta exposición “es una buena muestra de lo que es un producto agroalimentario como el vino para Castilla-La Mancha, un producto de primer nivel, un producto de alto valor económico y que, además, también representa parte de nuestra cultura y de nuestra raigambre más profunda”.
Asimismo, María Dolores Cospedal ha agradecido a la Fundación Dinastía Vivanco la colección artística compuesta por obras de diferentes disciplinas, épocas y procedencia, que muestran la relación del vino con la religiosidad, así como su implicación y simbolismo en diferentes ritos.
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