La consejera de Agricultura del Gobierno regional, María Luisa Soriano, ha destacado que la reforma de la Política Agraria Común (PAC) “garantiza el actual nivel de ayudas de cada agricultor y ganadero de Cuenca y de Castilla-La Mancha, y supone, por tanto, un horizonte de estabilidad para los más de 25.500 perceptores de ayudas de la PAC de la provincia de Cuenca”.
Soriano ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa en Cuenca, en la que ha detallado los principales aspectos del ‘modelo español’ de la reforma de la PAC para el período 2014-2020 y su impacto para los agricultores y ganaderos de esta provincia.
La consejera ha lamentado que la pésima gestión de los anteriores Gobiernos socialistas de Zapatero en España y Barreda en Castilla-La Mancha diera lugar a que se aprobara un texto inicial de reforma que dejaba al campo regional al borde del abismo, ya que cada agricultor y ganadero habría perdido en torno al 50 por ciento de su actual nivel de ayudas.
Para evitar ese desastre, ha indicado Soriano, el Gobierno de María Dolores Cospedal ha colaborado activamente con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, con el objetivo de lograr “una reforma que apuesta por una agricultura activa y que refuerza la figura del productor, introduciendo medidas que se adaptan a la realidad de nuestra agricultura y de nuestros agricultores y ganaderos, que sin duda pueden mirar al futuro con tranquilidad y esperanza”.
869 millones en ayudas directas para Cuenca
La consejera de Agricultura ha sostenido que el principal objetivo de la negociación era mantener la ficha financiera, que superará los 6.700 millones entre 2014 y 2020. De ellos, 5.600 millones son del llamado ‘Primer Pilar de la PAC’ –las ayudas directas- y 1.147 del ‘Segundo Pilar’, el desarrollo rural, en el que incluso la región incrementa sus fondos en 4 millones con respecto al actual período 2007/2013, concentrando el 14,24 por ciento de la partida nacional.
Asimismo, ha estimado que los agricultores y ganaderos de Cuenca percibirán 869 millones en ayudas directas durante todo el período, a lo que hay que sumarle importantes fondos del programa de apoyo vitivinícola y fondos de desarrollo rural.
550 ganaderos y miles de agricultores de Cuenca beneficiados con ayudas acopladas
María Luisa Soriano ha subrayado que se ha logrado dotar de fondos a sectores que quedaban en grave riesgo por la pérdida de ayudas a través de los ‘pagos acoplados’, una partida de 583 millones de euros al año que el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas han decidido destinarla en gran parte a los ganaderos, que concentrarán el 84 por ciento de estas ayudas, unos 490 millones de euros al año.
De esta partida, algunos fondos vendrán para unos 4.000 ganaderos de de ovino, caprino y vacuno de Castilla-La Mancha, de los que 550 perceptores son de la provincia de Cuenca, la gran mayoría -504 ganaderos- de ovino y caprino.
En la vertiente agrícola, de estos fondos acoplados también se podrán beneficiar 20.000 agricultores de cultivos proteicos -como guisantes o girasol-, 3.000 productores de frutos de cáscara y 20 agricultores de legumbres de calidad de la provincia de Cuenca.
Ayudas para la agricultura activa
La titular de Agricultura del Gobierno regional ha resaltado que por primera vez en la historia de la PAC las ayudas se destinarán exclusivamente a aquellos que mantienen sus explotaciones activas, ya que sólo se tendrá derecho a las mismas acreditando que un 20 por ciento de los ingresos agrarios provienen de la comercialización de los productos y, en el caso de los ganaderos, manteniendo una carga mínima de 0,20 Unidades de Ganado Mayor (UGM) por hectárea, teniendo en cuanta que, por ejemplo, 1 vaca es una UGM o una oveja 0,15 UGM.
Además, se eliminan las ayudas para aquellos titulares de derechos que de forma clara no tienen actividad agraria: aeropuertos, terrenos de compañías ferroviarias, campos de golf, etc.
Por otro lado, María Luisa Soriano ha sostenido que la división de España en comarcas homogéneas -de 22 a 24- en las cuales se aplicará cierta convergencia para reducir las diferencias entre ayudas percibidas por hectárea, minimizará el trasvase de fondos entre territorios y sectores, de manera que cada agricultor o ganadero mantendrá su mismo nivel de ayudas.
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