En el colegio, hasta los catorce años, estudiaba latín. Empecé declinando Rosa rosae y Dominus domini y llegué a traducir, más mal que bien, algunos fragmentos de la Guerra de las Galias.
Con aquella asignatura aprendí, entre otras cosas, que el termino versus, de origen latino, de forma abreviada vs, en castellano significa hacia o en dirección a.
Para los anglófonos la acepción normal de dicho vocablo es contra o frente a. Es frecuente escucharla en los juicios: “Studer vs New York State”, en las películas: “Cramer vs Cramer” o en los eventos deportivos: “Mohamed Ali vs George Foreman”,
En castellano, quizás influidos por los anglófilos, lo que según la Real Academia Española no es censurable, cada vez es más frecuente interpretarlo como un latinismo anglicado.
El pasado 30 de marzo se celebró en el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, una jornada de debate sobre el futuro de la Política Agraria Comunitaria (PAC) a partir de 2013, organizada por SEO/Birdlife (Sociedad Española de Ornitología) y WWF (World Wildlife Fund).
El objetivo de la jornada era analizar las propuestas de reforma que ambas organizaciones medioambientales presentaban para definir los criterios que, a su entender, deberían implantarse en la Política Agraria Comunitaria del futuro.
Sobre el asunto en cuestión debatieron los representantes de los diferentes sectores implicados y, de sus intervenciones, se desprende que la PAC se encuentra en continua transformación y que se debe interpretar en un escenario en el que participen dos grandes actores: la crisis global y el cambio climático.
De la actuación del primero de ambos actores se puede pensar que la demanda de alimentos tiene indicios de que va a mantenerse durante el tiempo que dure la crisis, por lo que la actividad de agricultores y ganaderos se deberá conservar e incluso aumentar para adaptarse a las necesidades y variaciones del mercado que producirán los países de economías emergentes.
El otro gran actor, el cambio climático, dejó muy claro que es imprescindible conjugar y coordinar la actividad agrícola y ganadera con la conservación del medio ambiente.
Los objetivos de conservación del medio que propugnan las organizaciones medioambientales preocupan a las organizaciones agrarias, porque, según argumentan, esto significaría condicionar sus prácticas de trabajo, lo que implicaría, de acuerdo con lo que dijo D. Miguel Delibes, que al agricultor cada vez se le exije más, cuando a éste, como en cualquier otra actividad, lo que le gustaría es que le dejasen decidir sobre la actividad de su empresa libremente, y poder adaptarse a las necesidades de un mundo en el que, en los diferentes sectores de producción, hay cada vez más especialización.
El título de este artículo se puede interpretar según su acepción anglófona como agricultura contra medioambiente, cuando, en realidad, por racionalidad, sostenibilidad, conservación, precisión y tecnificación, se debe interpretar según su origen latino. Cada vez está más claro que ambos deben vivir, lo voy a decir metiendo una morcilla anglicada, una joint venture continua, lo que significa que es necesaria una simbiosis que permita practicar la agricultura sin que los recursos naturales se agoten definitivamente.
Si se tiene en cuenta que, de acuerdo a lo que propugna la PAC, el agricultor es, ni más ni menos, el principal guardián de la naturaleza, es evidente que la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural lo tiene fácil para, a la vez, fortalecer un sector tan estratégico para Castilla-La Mancha como es nuestra agricultura y, simultáneamente, velar por la conservación de nuestros espacios naturales.
Pero, después de treinta años de régimen socialista en nuestra región, está claro que ni fortalecen la agricultura, ni resuelven la conservación de nuestros hábitats naturales. Una buena prueba la tenemos en el Alto Guadiana. En esta zona tan floreciente no es que estén tratando que Agricultura y Medio Ambiente vivan su joint venture, sino que a lo que están llevando es a que se produzcan inútiles enfrentamientos.
Si lo de interpretar versus como ir en contra les estuviese ocurriendo ahora, bajo la fiebre anglófila que les ha entrado con la llegada de Obama, podría tener una explicación, pero que esto les venga ocurriendo después de tanto tiempo hace necesario que, como mínimo, se pongan a repasar Rosa rosae.