domingo, 7 de marzo de 2010

La bola de cristal (ARTÍCULO DE OPINIÓN)

“Te sientas en frente, es como el cine. Todo lo controla, es un alucine. Es como un ordenador personal. Es la bola de cristal”. Así era la sintonía con la que comenzaba en los años 80 el programa de Televisión Española, La Bola de Cristal. Por la crítica que hacía a la sociedad de la época y por su incorrección política, no estoy del todo convencida de que se tratase de un programa infantil, pero la estética de sus personajes y sus ideas subversivas, le garantizaron el éxito.

De todos los personajes que por allí pasaban, sin duda, los que mejor recuerdo eran los electroduendes, Maese Sonoro, el Hada Video o la Bruja Truca, cada uno tenía sus habilidades y poderes, pero si en aquel programa había un personaje altamente peligroso era la Bruja Avería. De sus terroríficos poderes, con una pegadiza canción, advertía la que fue cantante del grupo Alaska y Dinarama, diciendo una y otra vez: no se ría de la Bruja Avería. Y es que, cuando se le cruzaban los cables, con su bola de cristal era capaz de cualquier cosa, incluso de hacer que se esfumaran los demás electroduendes.

Quien dice ser y llamarse José Luis Martínez Guijarro, Consejero de Agricultura y Desarrollo Rural, tiene en su haber fracasos –voy a citar solo algunos de ellos- tan amargos como su funesta participación en la implantación de la nueva OCM del Vino, tan perjudiciales como su decisión de reducir el presupuesto para la incorporación de jóvenes a la agricultura, o tan lamentables como su ineficacia ante el ERE silencioso que el campo de Castilla-La Mancha viene soportando, y que todo indica que seguirá produciéndose por culpa, entre otras cosas, del aumento del IVA que, inexplicablemente, Barreda tanto ha aplaudido. Con este curriculum, sin basarse en un estudio riguroso de los mercados, sin buscar la mejora de las condiciones financieras de agricultores y ganaderos y sin tratar de aumentar la rentabilidad de las explotaciones agropecuarias, hace unos días nos dejó petrificados a todos diciendo: "el año 2010 será mucho mejor para el sector agrario que 2009".

Lo que se espera de un Consejero es que se esfuerce en proporcionar soluciones claras, concretas y rigurosas en el ámbito de sus competencias, y no que se dedique, sin el más mínimo fundamento técnico, a hacer afirmaciones tan gratuitas que parecen extraídas de una bola de cristal, y que dan la sensación de que el más alto cargo de la agricultura y de la ganadería del gobierno regional, actúa, como si de una pitonisa se tratase, haciendo vaticinios que pueden crear falsas expectativas.

Está claro, porque lo tiene más que demostrado, que el Consejero de Agricultura no está capacitado para arreglar la ruinosa situación del campo en Castilla-La Mancha, pero, a pesar de sus sorprendentes vaticinios no se rían de él, no vaya a ser que se le crucen los cables y, como la Bruja Avería, se dedique a hacer que se esfumen agricultores y ganaderos como si fueran electroduendes. Ojo, que desde que es Consejero van desapareciendo por miles.