domingo, 19 de septiembre de 2010

Viajar es un placer

Tribuna Política

María Luisa Soriano

Los resultados de los trabajos de los investigadores del IVICAM, de cuya objetividad supongo que Barreda no dudará, indican que los costes de producción de uva tinta varían entre 0,27 y 0,36 euros/kg y entre 0,17 y 0,24 euros/kg los de uva blanca. Los precios que se barajan desde que hace unos días comenzó la vendimia son tan ruinosos como los del pasado año, y con ellos los agricultores no tienen ni para pagar lo que les cuesta producir y recoger la cosecha. No es de extrañar que diariamente aparezcan reflejadas en los medios de comunicación las quejas del sector ante la insoportable situación en la que se encuentra.
La nefasta política que viene desarrollando el Gobierno socialista está llevando al mayor viñedo del mundo a una situación agónica. El agricultor no ve otra salida que el arranque de las viñas, que increíblemente Barreda está impulsando, y que, sólo en los dos últimos años, ha llevado a que desaparezcan más de 53.000 hectáreas del viñedo regional.
Hace un año Barreda se comprometió en las Cortes regionales a que, al finalizar la vendimia, se iba a reunir con todo el sector para diseñar el futuro y preparar, no sólo la vendimia de este año, sino también las siguientes. Una más de sus promesas incumplidas. Para silenciarlo, resulta como mínimo curioso que hace tan sólo un par de meses, el Consejero de Agricultura, quien dice ser y llamarse D. José Luis Martínez Guijarro, con una alegría tan forzada como poco convincente, fuese capaz de publicar a los cuatro vientos que, en el primer cuatrimestre de 2010, la exportación de vino de nuestra Comunidad creció un 33,6 % en volumen y un 17,9 % en valor. Dicho así cualquiera puede pensar que con sus viajes a lo largo y ancho de este mundo con la excusa de promocionar nuestros vinos, había logrado extraordinarias mejoras para nuestra vitivinicultura, cuando ya se está viendo que la situación este año para el agricultor no ha mejorado.
Este hombre, apéndice de Barreda, es tan obtuso que pensó que yéndose al extranjero, además de viajar con gastos pagados, por su linda cara, sin una política comercial definida, iba a conseguir solucionar el problema de la comercialización del vino y ahora, cuando se ha dado cuenta de su estrepitoso fracaso, movido por el afán de justificar sus tan onerosas como inútiles excursiones, con la típica propaganda que caracteriza al gobierno regional, está, una vez más, tratando de engañarnos.
Nada nos gustaría tanto como que la situación fuese la que el Consejero quiere pintarnos. Son más de 70.000 los viticultores que en Castilla-La Mancha viven de y para la viña. Pero, qué puede esperarse de un Gobierno y de un jefe del ejecutivo que, en una región eminentemente agrícola, ha actuado con una absoluta irresponsabilidad ante la nueva OCM de la vid y del vino, ha permitido la derogación del Plan Hidrológico Nacional, está escurriendo el bulto ante la estafa del PEAG o que, sistemáticamente, incumple sus propios compromisos para solucionar la situación de nuestra vitivinicultura.
La nueva vendimia ya ha comenzado y el sector continúa sin vislumbrar soluciones. A ver con qué añagaza nos sale Barreda este año.