El Gobierno de
Cospedal trabaja por un modelo competitivo, moderno e internacional para el
sector vitivinícola de la región.
Así lo he afirmado durante mi intervención en el desayuno-coloquio organizado por la Cadena COPE en Ciudad Real bajo el título “El viñedo como motor económico”. He detallado los avances que las políticas del Ejecutivo regional han supuesto para los agricultores, enólogos, cooperativistas y bodegueros en esta legislatura.
En este sentido, la II Cumbre Internacional del Vino es un claro ejemplo del esfuerzo que realiza el Gobierno regional para situar a los vinos de Castilla-La Mancha en el lugar que se merecen. El éxito de la Cumbre se refleja en una amplia participación, en torno a 45.000 personas, y ha supuesto un importante impulso en la consolidación de nuestra región como “El Gran Viñedo del Mundo”.
El reconocimiento nacional e internacional de la calidad de los vinos castellano-manchegos los sitúa en los segmentos de mayor valor añadido y redunda en mayores ingresos para los profesionales.
Respuesta y apoyo al sector
El Ejecutivo regional ha respondido al impecable trabajo del sector, apoyándole con medidas como los 50 millones de euros que, entre los años 2015 y 2018, se destinarán a la financiación de inversiones en instalaciones de bodegas, lo que supone una inversión total de 131 millones de euros en esta materia.
Asimismo, conviene recordar el apoyo de la presidenta Cospedal para la creación en Castilla-La Mancha del primer Colegio de Enólogos de España, así como su apuesta por la creación de la Interprofesional del Vino para promover y facilitar el diálogo entre los diferentes actores.
Además, se han concedido 19 millones de euros en ayudas para más de 500 acciones de promoción, y mejorar así la comercialización nacional e internacional del vino castellano-manchego, innovando en el ámbito comercial y de marketing.
Fruto de esta colaboración entre el mundo del vino y la Administración es el fuerte incremento de las ventas en el exterior. El aumento de las exportaciones en 2014 de un 34 por ciento con respecto al año anterior supone una cifra récord y un acicate para seguir conquistando los mercados internacionales.
En cuanto a los cambios legislativos, el Ejecutivo acabó con la Ley de la Viña y el Vino, aprobada por el Gobierno socialista en 2003, que era una de las más restrictivas y perjudiciales de España. Una ley que no hacía más que disminuir la rentabilidad de las bodegas y cooperativas, obligadas a aportar el llamado impuesto del vino para la promoción de sus productos. Era una vieja reivindicación del sector vitivinícola y la atendimos.
Frente a la importante carga burocrática de la Ley del Vino para bodegas y cooperativas, el Gobierno regional ha apostado por la eliminación de trabas administrativas. Ahora, son las propias bodegas y cooperativas las que deciden en qué gastar su dinero.
Así lo he afirmado durante mi intervención en el desayuno-coloquio organizado por la Cadena COPE en Ciudad Real bajo el título “El viñedo como motor económico”. He detallado los avances que las políticas del Ejecutivo regional han supuesto para los agricultores, enólogos, cooperativistas y bodegueros en esta legislatura.
En este sentido, la II Cumbre Internacional del Vino es un claro ejemplo del esfuerzo que realiza el Gobierno regional para situar a los vinos de Castilla-La Mancha en el lugar que se merecen. El éxito de la Cumbre se refleja en una amplia participación, en torno a 45.000 personas, y ha supuesto un importante impulso en la consolidación de nuestra región como “El Gran Viñedo del Mundo”.
El reconocimiento nacional e internacional de la calidad de los vinos castellano-manchegos los sitúa en los segmentos de mayor valor añadido y redunda en mayores ingresos para los profesionales.
Respuesta y apoyo al sector
El Ejecutivo regional ha respondido al impecable trabajo del sector, apoyándole con medidas como los 50 millones de euros que, entre los años 2015 y 2018, se destinarán a la financiación de inversiones en instalaciones de bodegas, lo que supone una inversión total de 131 millones de euros en esta materia.
Asimismo, conviene recordar el apoyo de la presidenta Cospedal para la creación en Castilla-La Mancha del primer Colegio de Enólogos de España, así como su apuesta por la creación de la Interprofesional del Vino para promover y facilitar el diálogo entre los diferentes actores.
Además, se han concedido 19 millones de euros en ayudas para más de 500 acciones de promoción, y mejorar así la comercialización nacional e internacional del vino castellano-manchego, innovando en el ámbito comercial y de marketing.
Fruto de esta colaboración entre el mundo del vino y la Administración es el fuerte incremento de las ventas en el exterior. El aumento de las exportaciones en 2014 de un 34 por ciento con respecto al año anterior supone una cifra récord y un acicate para seguir conquistando los mercados internacionales.
En cuanto a los cambios legislativos, el Ejecutivo acabó con la Ley de la Viña y el Vino, aprobada por el Gobierno socialista en 2003, que era una de las más restrictivas y perjudiciales de España. Una ley que no hacía más que disminuir la rentabilidad de las bodegas y cooperativas, obligadas a aportar el llamado impuesto del vino para la promoción de sus productos. Era una vieja reivindicación del sector vitivinícola y la atendimos.
Frente a la importante carga burocrática de la Ley del Vino para bodegas y cooperativas, el Gobierno regional ha apostado por la eliminación de trabas administrativas. Ahora, son las propias bodegas y cooperativas las que deciden en qué gastar su dinero.
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